
“Joaquín Cotarelo Martínez nació el 13 de abril de 1882 en A Coruña. (..) Era médico en A Coruña 1907 .En octubre de 1912 participó en la creación de la sociedad benéfica de socorros mutuos “La Equidad”. Médico de la Beneficencia Municipal y Asistencia Pública Domiciliaria; médico de la Fábrica de Tabacos; fue igualmente socio del Casino Republicano desde 1912. En noviembre de 1917 fue elegido candidato por el Primer Distrito para las elecciones municipales por el partido republicano autónomo, y consiguió el acta para el cuatrienio 1918/1922, elegido séptimo teniente de alcalde.
En marzo de 1919 se declaró, a su propia petición, la incompatibilidad con el cargo de concejal por formar sociedad con el contratista del suministro de víveres de los reclusos de la cárcel, pero en febrero de 1920 seguía desempeñándolo. En marzo de 1930 fue designado de nuevo concejal por el gobernador civil. Estuvo afiliado a la masonería y en junio de 1931 al Partido Republicano Radical-Socialista. Después al Partido Radical de Lerroux y finalmente a Unión Republicana, el partido en el que militó Pepe Miñones. El 21 de julio de 1937 el médico Cotarelo fue detenido por los franquistas por pertenecer a la masonería y suspendido de empleo y sueldo, Sin embargo, la Dirección General de Sanidad no resolvería nunca el expediente, interrumpiéndose definitivamente en el mes de septiembre de 1946 al haber fallecido nuestro personaje.Durante este tortuoso camino, perdiendo su principal empleo en el Ayuntamiento, que había desempeñado desde 1921, otro empleo más conseguido en la Fábrica de Tabacos por recomendación directa de Diego Martínez Barrio en los días previos a la sublevación de julio de 1936, además de otro ejercido como suplente sin honorarios en el Juzgado para reconocimiento de cadáveres del Registro Civil de A Coruña,.
Joaquín Cotarelo fue detenido y encarcelado y sancionado económicamente y arruinado: fue condenado a 12 años y un día de reclusión menor por el Tribunal Especial para la represión de la Masonería. Cotarelo Martínez se vio obligado a malvender hasta el último inmueble del que era propietario para poder mantener a su familia y hacer efectivas las sanciones gubernativas que le impusieron. Por primera vez en su vida se vio en la necesidad de obtener matriculas gratuitas para que sus hijos continuasen sus estudios, al verse, según sus propias palabras reflejadas en una solicitud implorando clemencia, “en el mayor de los desamparos y completamente en el arroyo, al haberme vetado los únicos medios económicos de vida de que disponía”.Joaquín Cotarelo Martínez falleció de muerte natural el 14 de agosto de 1943. Pero, es como si le rematasen sus represores. “
de Luís LAMELA: A Coruña 1936: Memoria convulsa dunha represión. Edicións do Castro