todos los pulsos en hora.Que suenen como campanas,
en una campana sola.
Que fundan los corazones
en un corazón y todas
las ramas del pulso sean
árbol de luz en las sombras.Amigos, todos en pie:
sombre las montañas rojas
de nuestra sangre sin yugos
la voz erguida en la boca.
Si alguno siente que tiene
las alas del pulso rotas
¡que las componga!, a las doce,
todos los pulsos en hora.
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