Fortunato Carreras Trigo, asasinado no cárcere da Coruña

“Fortunato Carreras Trigo nació en O Rosal (Pontevedra), y fue funcionario de Telégrafos. En septiembre de 1927 ya estaba destinado en A Coruña como oficial primero.

En octubre de 1933 fue destinado a la Estación Costera de la ciudad herculina. Militante de Izquierda Republicana, en julio de 1936 Fortunato ejercía de jefe de la Estación Costera en A Coruña y en los días previos a la sublevación de los militares fue designado delegado del Gobernador civil en Radio Coruña con el fin de difundir las notas del gobierno republicano radiadas en Unión Radio de Madrid.

Al triunfar el golpe de Estado en A Coruña fue detenido, aunque al día siguiente quedó en libertad, y aprovechó para ofrecerse al nuevo Delegado de Orden Público, teniente coronel de la Guardia Civil, González Vallés. Pero poco después fue detenido y encarcelado en la prisión provincial y sometido a un consejo de guerra (causa 1236/36), para ser condenado al fusilamiento.

El domingo 22 de noviembre de 1936 apareció publicado en la prensa local este texto:“Un dramático suceso en la cárcel. En la orden de la plaza de ayer, sábado, se hizo público lo siguiente:A las seis de la mañana de hoy, en la cárcel de esta ciudad, el condenado a muerte Fortunato Carreras, telegrafista, agredió con un martillo al oficial de Prisiones don Antonio Pérez Viondi. Cortando después el teléfono y apoderándose de la llave del rastrillo, se presentó al centinela -que creyó era un empleado, por llevar puesta la gorra del agredido oficial-, diciéndole entonces que abriese la puerta y avisase al cabo de guardia ‘que había jaleo’ en el interior; y al abrirla el centinela, se dio a la fuga, siendo perseguido por éste y por los otros centinelas de puesto los que en vista de que no obedecía a sus órdenes de alto hicieron fuego sobre el fugitivo, ocasionándole la muerte.Los tres mencionados centinelas son los soldados del regimiento de Infantería Zamora número 29, Gabriel Yáñez, Benigno Rodríguez y Amando López, a los cuales se felicitó calurosamente por la sólida disciplina, alto espíritu militar y amor al régimen que han demostrado al cumplir excelentemente con los deberes que para el centinela prescriben nuestras Ordenanzas.Se hace público este proceder de los citados centinelas para su satisfacción y conocimiento y estímulo de todos”.

Aquí, después de conocer como se hacían estas cosas en aquellos trágicos días, todas las conjeturas están abiertas, todos podremos desconfiar de la verosimilitud del incidente, pero no de su muerte. Lo cierto es que Fortunato fue asesinado por los franquistas, primero al condenarlo a muerte en un consejo de guerra, y, después, al aplicarle la tan manoseada ley de fugas cuando al parecer intentaba buscar una libertad que, en aquel tiempo, no era posible encontrar: ni dentro de la prisión, ni fuera del recinto carcelario.

Tenía 34 años de edad.

En 1942 su esposa y sus dos hijos dejaron A Coruña para trasladarse a Madrid, buscando la protección y ayuda de un tío, hermano de su madre. Tiempos difíciles vivieron, pero lograron salir adelante”

Luís Lamela .”https://www.facebook.com/luis.lamela.1/posts/4050852271595936

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