Ana María Alvajar López Jean, filla de César Alvajar e Amparo López Jean familia emblemática da sociedade coruñesa e significativos republicanos, O pai César foi quen proclamou a República na Coruña e a nai era líder da Agrupación Republicana de Mujeres. Nun dos capítulo do seu libro de memorias : Soltando Lastre en edicións do Castro, Ana María describe estos momentos de horror na cidade:
“En las cenas de gala que organizaba la Sociedad Filarmónica después de los conciertos que ofrecía su propia orquesta, mi compañero de mesa era el alcalde de la ciudad D. Alfredo Suárez Ferrín. Yo era una niña y no sabía que ese era un puesto de honor. Callada, con la timidez propia de mi edad y temperamento, aceptaba seriecita las atenciones de nuestro alcalde, que al final de la cena, campechano bebía siempre el champán que yo no tocaba y cambiaba por un vaso de leche. Recuero, aun hoy, su afectuosidad y su amable y bondadosa sonrisa….
Era amigo de mi padre y personaje familiar para mi. Por eso aquella mañana, iba yo mezclada en la riada de gente que caminaba por la carretera de la Torre para visitar a los que allí estaban : Entre ellos, el señor Suárez Ferrín merecía esta prueba de mi afecto. Pasábamos frente al campo de la Rata y un pequeño grupo se desvió curioso. Yo con ellos. Sobre la tierra seis manchas de sangre indicaban el sitio donde otros tantos hombres habían sido fusilados aquella mañana. Un poco más allá, otros seis manchones daban cuenta de otras tantas muertes. Alguién removió con el pié unos trozos de masa encefálica.
En silencio seguimos nuestro camino, llegando casi a la cárcel, entre los grupos de gentes que regresaban de su visita, volvía el hijo del alcalde
– Luís voy a ver a tu padre, ¿me dejarán entrar?
– No vayas por favor; está muy afectado y se va a impresionar. Además sale mañana o pasado en libertad; no hay cargos contra él.
Emprendimos, ahora juntos el regreso e hicimos buena parte del camino hablando esperanzados, crédulos. A los pocos días D. Alfredo Suárez Ferrín efectivmante salió de la cárcel : para ser fusilado. En su grupo lo fueron el señor Martín Martínez, secretario del Ayuntamiento de la Coruña, , hombre culto cordial, elegante y refinado gran amigo de mi padre ; Francisco Prego funcionario del Ayuntamiento coruñés; Mazariegos y otro dos o tres más de los que no recuerdo el nombre, socialistas creo. ( refírese a Ramón Maseda e tamén ó deputado Manuel Guzmán)
La decisión estaba tomada : Muerte, Muerte Muerte…Sin causa, sin razones, -¿hay acaso razones que puedan justificar ningún tipo de matanza?- A los fusilados se les acusaba de traición , doblando así la fuerza del castigo….”
impresionante e terrible
grazas por compartilo, é unha máis das historias de terror que parece que ninguén quere lembrar. cando penso na imaxe de felipe de borbón e leticia facendo unha homenaxe aos mortos do Tercer Reich….como si aquí non houbera pasado nada…. unha aperta
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