Entrañable carta escrita por José Miñones Bernárdez avogado e diputado a Cortes de Unión Republica
(Corcubión, 21-5-1900 / A Coruña, 2-12-1936) Avogado. Profesor mercantil. Deputado nas Cortes por Unión Republicana.
Noche del 30 de Noviembre, de 1936
Para Maruxiña y mis cuatro hijitos.
Ya ves, Maruxiña de mi alma. Esto se va a acabar. Desde que te escribí mi carta de despedida, se prolongó la agonía y el dolor todavía un mes. Ahora, reconcentrado mi pensamiento en ti y en nuestros hijitos, en la noche que voy a morir, nada tengo que agregar a mi carta anterior. Sólo pedir a nuestros hijitos, por tu mediación, que estudien mucho, y que te ayuden porque lo has de necesitar. Desde mañana, Maruxiña querida, te falto yo. Me tortura, neniña del alma, el penar si no te hice feliz. ¿Por qué había de ocuparme tanto de los demás, teniendo en mi casita toda la felicidad? La felicidad eras tú, mi santa, que eres un ejemplo de mujer. Yo no fui malo; pero debí pensar en que la política y todo nada significa, al lado de esa Fortuna que me había deparado Dios.
Puedes creer, Maruxiña mía, que te quise como nadie te hubiera querido; y que eras todo para mí. Encauza la vida de nuestros hijitos pensando en ellos solamente, ya que en mí, desde ahora, no tienes que pensar, más que para pedir a Dios. Apártalos de la política; y si han de trabajar en negocios, frénales la imaginación, que a mi me fue perjudicial. Que trabajen pensando en ti, y, cuando tengan que casarse, que no piensen más que en llevarse una buena mujer. Ese Tesoro lo encontré yo. Ayúdales a buscarlo, y que lo aprecien que no hay nada que tenga igual valor. Cuando sean mayores, explícales mi vida, con mis éxitos y fracasos, y mi calvario, para que recojan lo bueno y corrijan lo malo que yo tuviese.Acordaros de mí, Maruxiña. Rezad por mi alma. Y piensa que a mí me agradará cuanto en la vida te haga feliz. ¡Adiós, Mujercita e hijitos de mi alma! En vosotros quedan toda mi ilusión, mis recuerdos, y todas mis horas de felicidad.Adiós para siempre, Maruxiña, santa mía. No puedo con mi cabecita pero no quiero dejar de escribir.¡Adiós, neniña de mi alma e hijitos de mi corazón!. Siempre con vosotros, aun en la Eternidad, vuestro Pepe.